miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿Dios esta en Silencio?

Aveces me pregunto si es verdad que Dios esta en Silencio
o sera que nosotros no queremos escucharlo, claro que no
nos habla directamente sino con señales, señales divinas
que cuando uno las ve sabes que te esta hablando,
pero Dios no solo habla con señales, sino que también
habla por medio de cada día cuando amanece el nos quiere decir
te he regalado un nuevo día disfrútalo.
Habla cuando ríes, Habla cuando anochece se han puesto
a pensar que seria de todos nosotros si Dios no nos hablara
y no hubiera mas día o mas noche que se  olvide de nosotros
se han puesto a pensar lo desamparados que quedaríamos
Gracias a Dios debemos darle por el aire que respiramos
por el agua que bebemos por los paisajes tan hermoso que
miramos y por el latir de cada segundo de nuestro corazón.
Crees tu que de verdad Dios esta en silencio o como yo
crees que no queremos oírlo.
ahora vamos a leer esta historia llamada:
EL SILENCIO DE DIOS
Cuenta una antigua leyenda noruega, sobre un hombre llamado Haakon, que siempre miraba una imagen de Cristo crucificado en una cruz que era muy antigua,
 La gente acudía a orar con mucha fe.  Muchos estaban  pidiéndole a Cristo algún milagro.
Un día el ermitaño Haakon quiso pedirle un favor.
 Impulsado por un sentimiento de generosidad, bondad y amor, se arrodilló ante la cruz y dijo:

"Señor, quiero padecer y morir por Tí.  Déjame ocupar tu puesto. Quiero ...en la Cruz." Y se quedó  con la mirada fija puesta en El, como esperando una respuesta.
El Señor abrió sus labios y habló.  Sus palabras cayeron del cielo, susurrantes y amonestadoras:
"Mi fiel siervo,  te concederé tu deseo, pero solo con una condición.”
¿Cual, Señor? ¿Es una condición difícil?
¡Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Señor!, -respondió el viejo ermitaño.
Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, tienes que guardar silencio siempre. Haakon contestó: "¡Os, lo prometo, Señor!" Y se efectuó el  cambio.
Nadie advirtió el trueque. Nadie reconoció al ermitaño, colgado con los clavos en la Cruz.
Y durante mucho tiempo mantuvo el acuerdo y nunca le habló a nadie.
Pero un día, LLEGO UN HOMBRE RICO , y después de haber orado, dejó allí olvidada su cartera.
Haakon le vio y guardó silencio.  Tampoco habló cuando un pobre, que vino dos horas después, tomó  la cartera del rico y se la guardó.
También guardó silencio cuando un hombre joven se arrodilló ante él poco después para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje.
Entonces volvió a entrar el rico a buscar su cartera, al no encontrarla, pensó que el joven se la había llevado.
El rico se volvió al hombre joven y le gritó iracundo: ¡Dame la cartera que me has robado!.
El  replicó: ¡No he robado ninguna cartera!  ¡No mientas, devuélvemela enseguida!. El joven  repitió, “le digo que no he tomado ninguna cartera  de nadie”. .

El rico empezó a golpearle furioso.  Entonces una voz potente llenó  el aire ¡Detente!  El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba, Haakon que no pudo permanecer en silencio, gritó defendiendo al joven,  y increpó al rico por la falsa acusación.  Este se quedó asombrado  y se marchó del lugar.
El  joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje.
Cuando la Cruz se quedó a solas, Cristo se acercó a su siervo y le dijo:
"Baja de la Cruz. No sirves para ocupar Mi puesto. No has podido guardar silencio".  "¡Señor!", - dijo Haakon - , "¿Cómo iba a permitir semejante injusticia?".
 Jesús de nuevo ocupó su lugar en la Cruz  y el ermitaño se quedó de pie debajo de la Cruz. El Señor, siguió hablando:
"Tú no sabías que al rico le convenía perder la cartera, pues llevaba en ella dinero para cometer un pecado sexual con una joven virgen.
 Mientras que el pobre, por su absoluta pobreza, tenía necesidad de ese dinero. En cuanto al joven, hubiera sido mejor que le hubiera dado la paliza el rico a causa del malentendido en cuyo caso no se hubiera ido de viaje.
Ahora, ves,  hace unos minutos acaba de morir  en un naufragio. Tú no sabías todas estas cosas PERO YO SI.  Por eso callo. Y el Señor nuevamente guardó silencio.
Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué razón Dios no nos contesta?.  ¿Por qué razón se queda callado Dios?
A muchos  nos gustaría que Él nos respondiera según nuestra voluntad y deseos... pero, la forma de actuar de Dios es diferente. El conoce el pasado, el presente, y el futuro (Hb,13,8)  Dios nos responde aún con el silencio...  Debemos estar dispuestos a escucharle y esperar en Él.

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