Mientras te levantabas esta mañana, yo te observaba. Esperaba que me hablaras, aunque fuesen unas cuantas palabras, preguntando mi opinión acerca de algún tema o agradeciéndome por algo bueno que te hubiese sucedido el día de ayer. Pero noté que estabas muy ocupado... buscando la ropa adecuada que te ibas a poner para ir al trabajo. Seguía esperando mientras
corrías por la casa arreglándote,